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ENTREVISTA CON TATA BARAHONA

  • Ale Delgado
  • 15 nov 2015
  • 7 Min. de lectura

Relajado y con gran disposición se mostró Pedro “Tata” Barahona durante la entrevista realizada horas antes de que el cantautor subiera a los escenarios del Festival Carnaza en Valparaíso. Fumando lo que el llamaría “la que deja rojos los ojos” no dudó en hablar de su carrera y del éxito que ha tenido hasta el día de hoy su canción “La mejicana”. También se dio el tiempo de grabar algunos temas para una pequeña productora local, y sacarse fotos con personas que lo reconocían por las calles.

¿Cuál fue el momento en que decidiste dedicarte a una carrera musical?, ¿Existe un momento especifico?

Yo creo que el punto inicial, o el que yo considero como punto inicial, fue una presentación que yo hice en mi colegio en el año 88 estando en cuarto medio, fue la primera vez que yo me presenté en público cantando canciones mías, personales, y fue un éxito rotundo en parte apoyado por mis compañeros de colegio, además, como que mis canciones tenían mensajes en contra de la dictadura. En ese tiempo estaba terminando el proceso digamos, era el año que se definía el Sí y el No, entonces como que toda esa experiencia fue muy definitoria en decir “esto es lo que quiero hacer pa’ siempre”. Esta experiencia de tocar frente a un público, de entregar un mensaje y vivir todo lo que hay de regreso de aquello, ese es el hito número uno.


Hay gran cantidad de jóvenes que les gusta tu música, pero también existe un grupo de personas mayores que también te escuchan. ¿A qué crees que se debe este variado rango etario de seguidores?

Ese rango etario me ha llamado mucho la atención. Yo creo que tiene que ver con que siempre he trabajado con jóvenes haciendo clases en la universidad, entonces tengo un manejo de pronto del idioma, de la conducta quizás que puede ser semejante. Ahora, estoy inventando una teoría en verdad. Y ¿por qué gente de mi edad?, yo creo que también es porque se reconocen en mí generacionalmente, y muchas de las temáticas y experiencias de vida que yo planteo en mis canciones tienen que ver con ello, entonces para mí también ha sido muy atractivo y llamativo eso, que lleguen cabros de la edad de mi hija, mi hija mayor es de 18, y llegan con sus papás que son de mi edad más o menos, incluso mayores, yo tengo 44, y me han dicho “mi hijo me mostró tu música y yo me hice fanático tuyo y ahora los dos venimos a tu concierto”, y también me ha pasado al revés, cabras o cabros que me han dicho “mi mamá llegó con tu disco y yo me enamoré y le quité el disco”, entonces yo no sé dónde está el punto de unión, yo creo que hay muchas explicaciones quizás para eso, pero yo creo que es porque estoy en ambos bandos, nunca he madurado tanto (dijo entre risas) y además tengo la edad suficiente para estar entre los viejos cracks.


¿Cuál es tu canción favorita de tu repertorio?, o la que tenga un gran significado para ti.

Bueno, una de mis regalonas es Hay helado a 100, Esa canción me gusta mucho porque identifica muy bien lo que es mi planteamiento con el arte, con la música, con la obra de composición, ser un testimonio musical de un hecho concreto, el registro, la crónica. Eso es lo que me gusta del trabajo musical que yo realizo, y esa canción es la fiel expresión de aquello, una foto de la calle misma. Por supuesto que La mejicana también le tengo un cariño especial, sobre todo porque es la que gatilla todo el fenómeno del interés de la gente por conocer mi obra, entonces también la tengo a ella como con hito importante sin que haya sido una canción especialmente querida por mí antes. Para mí era una canción más, muy rupturista quizás, muy salida de la dinámica de lo que son en general las canciones de autor, pero no tenía tanto sentido ni tanta significancia como después de ser la impulsora de mi carrera en el fondo.


¿Cuál crees que fue la clave del éxito de tu canción “La mejicana”?

Fue el azar fundamentalmente, por azar fue que esa canción se mostró en un programa de radio durante 15 segundos o menos, eso fue todo. El director del Calenda Maia, un querido amigo de años de Jorge Matamala me había dicho muchas veces “basta con que se dé a conocer una canción tuya para que se destape un poco la olla”, y fue en el fondo lo que pasó, justo con la canción más rupturista o más poco común, y de eso fue lo bueno, que el azar que haya sido esa canción hizo que el morbo entre comillas de la gente por esta canción y el que dijeran “¿qué más tiene este tipo?” hizo que la gente encontrara en mi obra otras cuestiones, no solo la sarta de garabatos de La mejicana.


Video Oficial "La mejicana"



A principios de este año lanzaste tu disco “Imágenes”. ¿Cuál es la diferencia que este tiene, en comparación con tu primer álbum “Fotografías?

Fotografías fue un disco hecho muy a pulso, muy de inmediato, era para aprovechar justamente el impulso de este boom que era La mejicana y también que mi nombre empezaba a sonar, entonces dijimos rápidamente hagamos un disco, y fue una cosa de una semana, sin grandes pretensiones en los arreglos. Entonces, la diferencia con este disco, con el último, con Imágenes es que incorporamos más instrumentos, arreglos más elaborados, cambiamos los músicos también, digamos que evolucionamos a buscar sonidos un poco más elaborados, más precisos. Yo creo que esa es la evolución y la diferencia entre ambos, la dedicación y el espíritu con el que se crearon. Este segundo disco viene a cimentar algo que en Fotografías recién estaba despertando.


Descarga disco Imágenes AQUÍ (sitio oficial)


Tus canciones son muy variadas en estilo, tienes algunas canciones de crítica social, algunas más populares como “La mejicana” o “Terrible loco”, y por otra parte hay algunas baladas románticas en tus discos. ¿Cuál es el género que sientes más propio?, ¿o la mezcla de estos es tu sello propio?

Creo que ese es el sello. Yo siempre fui muy permeable a lo que escuchaba, el tiempo que escuché mucho Chico Buarque por ejemplo, empecé a usa acordes muy sofisticados, entonces esa capacidad o esa libertad que me di de influirme, de dejarme influir por otras ramas o corrientes musicales, le han dado a mi creación musical un carisma especial, no me encasillo en una zona, me doy la libertad de ir por varias partes, desde la balada, a la protesta, a la cosa irónica, a lo gracioso. Entonces, como no me he querido nunca encasillar en una parte y como nunca también perseguí el éxito, o estar en alguna plataforma, me di la libertad de componer lo que yo quisiera, y en eso se dio esta magnitud de formas o estilos diferentes. Pero la identidad mía, propia, creo que fundamentalmente es la crónica, el hecho de con las canciones dejar registros de momentos sino reales, muy parecidos a la realidad.


No solo eres cantautor, también eres lutier y has hecho clases en universidades. ¿Cuál de todas las actividades que realizas es con la que te sientes más cómodo?

Son todas una en el fondo, una cosa me llevo a la otra. El ser músico y tocar instrumentos, y la curiosidad por tocar instrumentos me llevó a dedicarme a la música antigua con mi grupo de música medieval, y desde esa experiencia con instrumentos tan lindos, con formas tan diferentes, y sumado a mis inquietudes y habilidades manuales me llevó a este oficio de la lutería que está al servicio mío como músico también, en mantener mis instrumentos, en tener buenos instrumentos, en hacer mis propios instrumentos diseñados para mí. Como que todo me fue llevando a lo mismo, una cosa me llevó a la otra, entonces no puedo separarlos, de verdad que me es imposible. Tengo planificado que en algún minuto cuando ya no pueda cantar de viejito, seguramente voy a poder seguir trabajando con mis herramientas, entonces son áreas que no quiero soltar todavía. Yo sigo dedicándome a mi taller diariamente, atiendo público, he variado algunas cosas, ya no hago tantas reparaciones, estoy más dedicado a la construcción, tengo alumnos que se dedican a las reparaciones bajo mi supervisión, pero ninguna de estas expresiones artísticas las puedo abandonar porque son todas en gran medida parte de lo que yo hago como trovador, mi puesta en escena tiene mucho de mi experiencia con Calenda Maia, mis instrumentos cuando los ven tocar, la gente cuando ve un instrumentos hecho por mí, hay toda una marca, una seña propia que tiene que ver con todo eso.


El rol social del cantautor chileno


Entre preguntas Tata Barahona dijo estar contento por participar en diferentes festivales ya que son interesantes como curriculum artístico. “Es linda la experiencia de tocar con harta gente, y que sea abierto al público”, acotó. Así también, se refirió a lo que es ser cantautor, al como algunas de sus canciones son un espejo de la realidad chilena y su compromiso social que es igual o muy diferente a sus pares.



¿Piensas que tienes algún rol social importante como cantautor?

Yo te diría que existe la posibilidad de tomar ese rol, no es una obligación, no hay un dogma que diga si usted es trovador tiene que tener un compromiso social o tiene que desarrollar su trabajo en función de eso. Yo en los personal desde ese hito número uno que te hablaba del año 88 en mi liceo quise que fuera así, yo siempre he querido ser eso, un cronista social, dejar en mi música testimonio de aquello, y he luchado siempre por no apartarme de aquello, pero conozco muchos otros creadores que no están en esa disposición. Tiene que ver con la experiencia de vida de cada uno, con la ideología que cada uno tiene, como el sistema nos va moldeando también en esta sociedad, pero no es una cosa que a mí me provoque mayo conflicto en relación a mis pares o mis colegas. Hay otros cantautores que no rozan estas dinámicas sociales y está bien, el mensaje del trovador puede ser muy diverso y puede estar enfocado desde muchas partes, lo importante es la poesía y la entrega con que se hacen los trabajos yo creo.



 
 
 

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