EL CINE GARAJE DE DANIEL PERALTA: DIFERENTE Y COMPRENDIDO POR POCOS
- Katherine Kremer
- 12 nov 2015
- 4 Min. de lectura

Le gusta definir sus películas como un “drama romántico sin beso”.
En sus producciones habla de la vida cotidiana y muestra la intimidad de un personaje mediante un ritmo pausado, abierto a interpretaciones y con lo que espera que su audiencia se identifique.
Se autodefine como un fan del cine, siempre quiso hacer una película y ahora ya está filmando su tercera producción. Posee un estilo cinematográfico bastante particular y marcado por un relato lento de los actos, muy contrastante con su personalidad chispeante. Vive en Valparaíso pero no le gusta que le pongan el apellido porteño a sus producciones, ya que declara que la ciudad lo estereotipa.
- Tus dos películas siguen una base bastante similar, ¿la tercera también sigue esa lógica?
Son las películas que me gustan generalmente, de personajes en que su propia velocidad y su carácter también le dan el carácter a la película y me gusta no ser tan obvio, también hay interpretaciones. A mis películas las defino como “dramas románticos sin beso”, porque no es que no me gusten los besos, pero me gusta llegar antes o después, no me gusta el beso en el cine. Y sí, la nueva va por el mismo lado.
- Cuéntame de qué trata tu nuevo personaje
El protagonista trabaja en una fábrica de metalurgia, con overol, donde tiene que marcar tarjeta, puede haber hecho otra cosa pero yo quería colocarlo así porque el personaje estudio arte, pero no puede desempeñarse en eso porque en Latinoamérica no se puede. También el personaje tiene un rol, el único rol artístico, que es una metáfora súper grande pero eso no te lo puedo adelantar (risas). Me gusta que el personaje sea “el nullpersonaje de la película”, de hecho este nuevo proyecto tiene el nombre del protagonista y él está en todos los planos.}
- ¿Qué esperas para esta nueva película?
Que la peli se vea no más, todos hacemos esto porque nos gusta, hablo en plural porque hay todo un equipo detrás y la película es tan de ellos como mía, a pesar de que la película la escriba yo y venga todo de mi cabeza. Con la experiencia igual van creciendo los requerimientos, ahora quiero que la película se vea mejor que la anterior y eso es más costoso, con más plata sería más simple.
- Las producciones anteriores se estrenaron vía internet, ¿seguirá siendo ese tu escenario?
Sí, porque creo en la plataforma de internet, creo que el público está ahí, en las redes. Por lo mismo no proyecto en sala, no iría a verla nadie, quizás mi mamá (risas). Aparte es un gasto gigantesco, es mucha plata, y si no está financiado es difícil recuperar la plata, ninguna película chilena ha recuperado la plata en sala. Hay que ser un poco más inteligente y que la película tenga otro circuito, por ejemplo en salas chicas o un fin de semana en un centro cultural.
"Creo que mi mayor talento es saber elegir a las personas con las que trabajo..."
Su estilo cinematográfico
- ¿Por qué todos los finales de tus películas son abiertos?
Porque me gusta que el espectador complete, que se dé cuenta de metáforas que también hay. En mi segunda película, “Fiesta Falsa”, el personaje está hundido con paredes en la piscina y al final queda libre en el mar, podría ser más obvio pero no me gusta eso. El espectador tiene que involucrarse y poner de su parte, por eso también puede aburrir, porque si alguien no tiene ganas y quiere que lo entretengan es difícil. Por lo mismo mis películas no son para todo público, creo yo, son para un cierto tipo de personas.
- ¿Qué caracteriza a ese público?
No sé, la velocidad que tienen. Generalmente, solo en Santiago a la película la encuentran lenta, en otras ciudades de Latinoamérica encuentran que está bien. Es interesante eso, también depende del ritmo de la ciudad como se vea la película, cómo el espectador vive cotidianamente también gusta de consumir a esa velocidad. De eso me di cuenta cuando comentaban mis películas en otros lados, como en Lima o en Montevideo.
Tiene una visión muy crítica del cine chileno, plantea que está muy determinado por el mercado, por lo que la gente quiere ver y por ciertos festivales y jurados. Añade que en nuestro país es muy difícil vivir del cine a menos que las producciones estén adecuadas a códigos comerciales, algo que no le gustaría estuviese presente en sus proyectos.
-¿Cómo financias tus producciones?
Me autofinancio, mi forma de trabajar es con voluntades y energías, eso es el cine garaje. Creo que mi mayor talento es saber elegir a las personas con las que trabajo. Hay que elegir con pinzas porque si te equivocas en eso se te puede ir todo de las manos. Si no trabajara con amigos no se podría hacer el cine que hago, yo lucho porque los procesos sean más cortos y postular a fondos es lento. Después de uno o dos años, el personaje o la historia que creaste ya no se siente. El cine es un arte también, y el arte es la materialización de un sentimiento o algo que te estás cuestionando, eso después de unos meses se puede desvanecer y en el cine hay que tener ganas.
- ¿Te has planteado postular a algún fondo?
Sí, no digo que no voy a postular nunca, quizás en un cuarto proyecto postulo. Pero, además del tiempo, eso te condiciona con ciertos parámetros, y yo no soy tan estructurado, escribo y escribo no más. Por ahora no estoy dispuesto a que condicionen mi película, por ejemplo que me digan que el personaje no debiera comenzar con esa escena, ¿por qué?, es válido que me lo digan pero sentado en el cine, no antes. Quiero hacer la película que yo quiero hacer.
Puedes ver todas sus producciónes en su página web: www.danielperalta.cl
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